La experiencia fue un proceso complejo en primer lugar por la dificultad que acarreaba el autor que escogí, el cual adquirí el compromiso de continuar su obra: Antony Gormley. Sus esculturas e instalaciones juegan con los espacios vacíos y la materia, que generalmente suele ser metal para realizar la figura humana, que en sus primera obras solía ser la propia, más tarde empezó a jugar con los elementos relacionales en sus instalaciones y performances, trabajando con y en pro de otras culturas.
El primer problema surge cuando la propuesta es continuar la obra del autor, no se trata de una copia, si no de captar la esencia de su obra, estudiarla y evolucionar para crear un concepto nuevo pero que continúe con lo que a mi entender podría ser el objetivo artístico de Antony (“casi ná”), la segunda problemática es el tiempo, en una semana tengo que indagar, comprender, asimilar y desarrollar todo lo anteriormente comentado….¡uf!
Tras captar lo que a mi entender es su concepto comienzan a surgir las ideas; lo complicado es ir un paso más allá que el autor para crear algo nuevo basado en su filosofía, una de las ideas descartadas fue la de la evolución de una de sus instalaciones en Nueva York, que suscitó mucha polémica, en ella hay unas figuras humanas en la calle y en las cornisas de algunos edificios, ni que decir tiene que ninguna de las personas a las que pedí ayuda se presto a subirse en ninguna parte (idea descartada), la idea era utilizar el mismo concepto pero con un humano real, la evolución consistía en este caso en una actitud corporal más abierta a la de sus esculturas. La segunda idea era usar la sombra proyectada también en una persona para conseguir el efecto de lleno-vacío que conforman las esculturas del autor, en principio quería usar metal, pero por motivos económicos opte por otros materiales, algunos de los cuales no aportaban el efecto deseado, finalmente fueron elementos reciclados los que usé; pero proyectados en una persona tampoco me convencían a nivel estético, con lo cual opté por usar la sombra con forma lo más humana posible. La obra por la que me decanté finalmente era la que a mi entender era más elaborada y daba un paso más allá de lo que ya estaba hecho, desarrollando la idea de las relaciones a un ámbito más general y haciendo ver que el individuo en sí es, de alguna manera, lo que son sus relaciones, la idea fue un “quebradero de cabeza”, como se suele decir de manera coloquial, ya que las figuras que simbolizaban el humano iban cambiando debido a la falta de coherencia con el mensaje y la forma de configurar la obra, era bastante compleja, aparte de los materiales precisaba de la ayuda de alguien para sostener la cámara mientras yo manejaba las bolitas. Comentar por último que los medios de los que dispongo a nivel audio-visual son un Handicap, ya que la obra estaría mejor desarrollada con un equipo más adecuado.
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